Escribiendo Sin pedir permiso
"Hablando sobre la revolución", mi relato para la antología editada en México "Gracias por escuchar"
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Muchas gracias a la Asociación Al-Adala de Valencia por este vídeo con un texto de "Las acacias del éxodo". Todos los días son días del libro. Literatura sobre el Sahara Occidental.
Televisión local de Ciudad Real
Conchi Moya narra en ‘Las acacias del éxodo’ el duro pasado y presente del pueblo saharaui y un anhelado futuro esperanzador
Fuente: Laza Digital. 12 Octubre 2019 A. Ruiz /Ciudad Real
El Villaseñor acogió la celebración del Día de la Unidad Saharaui con las rimas del slammer Rafa Psico, la poesía de Bahía Awah y el rap de Yslem ‘Hijo del Desierto’.
El Villaseñor acogió la celebración del Día de la Unidad Saharaui con las rimas del slammer Rafa Psico, la poesía de Bahía Awah y el rap de Yslem ‘Hijo del Desierto’.
“Casi cien años juntos” España y el
Sáhara Occidental y el 12 de octubre, además del Día de la Hispanidad, es el de
la Unidad Nacional Saharaui que se celebró este sábado en el Museo
López-Villaseñor con reivindicativos relatos, poesía y rap.
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miciudadreal - 12 octubre, 2019 –
Luis Mario Sobrino Simal. -Esta mañana ha
tenido lugar en el Museo “López Villaseñor” la presentación en Ciudad Real del
libro de Conchi Moya, “Las acacias del éxodo”. Un pequeño viaje a través de la
experiencia al mundo del Sáhara para exigir su más que anhelada liberación tras
la descolonización inacabada de España.--------------------------
Por Luis Sánchez Martín. 2 de
julio de 2019
Me gusta mantenerme informado, y aunque
hace años que apagué el televisor suelo navegar por noticieros varios (y de
varios ‘colores’) en la red. Aún así, lo poco (poquísimo) que sé de la causa
saharaui lo he aprendido en las publicaciones que Conchi Moya, autora de este
libro, realiza casi a diario en sus redes sociales, lo que demuestra el escaso,
casi nulo, interés del estado y los medios de comunicación españoles por este
pueblo al que abandonamos en manos de Marruecos hace ya más de cuatro décadas,
fecha desde la que los saharauis malviven en campos de refugiados, en el exilio
o bajo la dominación marroquí.
Creo firmemente en la cualidad
armamentística del arte. Toda expresión artística debe (o, al menos, puede) ser
un arma para la concienciación y contra el olvido, y esta obra (de ficción,
aunque con base real) lo es.
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Pocos pueblos han sufrido más en el último
medio siglo que el saharaui. Quizás los kurdos sean una de las pocas naciones
que hayan vivido tanta represión como los habitantes de este país del norte de
África. Tras el abandono español de la zona, Marruecos se apropió del Sáhara
Occidental e inició una ocupación que dura hasta nuestros días. En las últimas
cuatro décadas los esfuerzos diplomáticos y bélicos del pueblo saharui han sido
estériles y hoy en día sus habitantes malviven en campos de refugiados, en el
exilio o bajo la dominación marroquí. A pesar de ser un conflicto tan cercano
geográfica y culturalmente, existe una importante literatura saharaui escrita
en español, el Sáhara Occidental raramente ocupa titulares en la prensa de
nuestro país, lo que provoca que el desconocimiento de la situación de este
pueblo se sume al oprobio por el comportamiento de nuestros gobernantes.
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Conchi Moya escribe historias sobre
personajes reales, célebres y anónimos
“Quiero que se conozca a los saharauis y
denunciar la injusticia cometida con un pueblo digno y valiente”, asegura
RTVE. 13.06.2019 | Por JESÚS JIMÉNEZ
(@vinetabocadillo)
'Las acacias del éxodo' SÍLEX EDICIONES
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Presentación en Madrid de “Las acacias del éxodo”. Entrevista para RASD-TV. 20/05/2019
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Por Kike Gómez, Um Draiga. 4 junio, 2019
Dice Bahia Mahmud Awah en la contraportada
del libro que “el saharaui por naturaleza no cuenta sus éxitos, evita ser
presumido”. Eso que me consta es cierto, hace que pasen desapercibidas muchas
historias de saharauis por su pudor.
Nada más leer la contraportada me vino a la
cabeza la historia de un amigo saharaui al que yo le recriminaba que no
quisiera poner por escrito esa cantidad de historias que me contaba de la
guerra, del exilio… Recordaba a Mohamed Cas Cas y como sufrió para huir de la
ocupación marroquí, como fue a Paris a juntarse con otros saharauis para
después ir a la guerra. Recordaba como ese buen hombre murió en un trágico
accidente en Huesca después de llevar varios años en España, como decía él de
forma provisional, hasta que su, nuestro Sahara, fuera libre.
El libro prometía y solo había leído la
contraportada.
-------------------------- Presentación en Madrid de “Las acacias del éxodo”. Entrevista para RASD-TV. 20/05/2019
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Viaje al centro de la noche. RNE. Viajamos para nada. En medio de la nada, en el desierto dentro del desierto: versos, sueños, resistencia y dignidad: la del pueblo saharahui en el exilio. Viajamos con Conx Moya, autora de Las acacias del éxodo, y con Bahía Awah, poeta y antropólogo, al Sáhara. Un viaje LLENO de emoción. 26/05/2019.
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LA LECTURA UNA BUENA FORMA DE DIFUNDIR LA
CAUSA SAHARAUI
16/05/2019. En sus obras “Las Acacias del éxodo”, “Los
otros Príncipes” “y “Delicias saharauis” la escritora española Conchi Moya nos
hace descubrir la historia, las tradiciones, la vida cotidiana y la cultura
mágica de los saharauis que se merece conocer .
Así mismo nos hace descubrir la valentía y
la resistencia de la mujer saharaui en su obra “Las 32 batallas de Aminatu
Haidar.
Para la escritora “Las Acacias del éxodo”
son relatos e historias personales de diferentes saharauis que pueden llegar al
público más amplio que una noticia o un discurso político. Es un intento más de
difusión que intenta hacer con respecto a la causa saharaui.
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Mugalari Kultura. Por Conx Moya, 6/05/2019
Si me preguntan cómo se gestó mi libro Las
acacias del éxodo debo referirme a dos momentos relevantes. Uno fue noviembre
de 2010, cuando las fuerzas de represión marroquíes arrasaron el campamento
saharaui de Gdeim Izik llevándose por delante de manera brutal las miles de
jaimas que componían el llamado Campamento de la Dignidad saharaui.
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“El hecho de que estemos aquí, que es un privilegio, quiere decir que los espacios existen si tienes algo que decir”, Pedro Escobar. Encore Trasatlántico en Viaje al centro de la noche, RNE. 11/11/2017.
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“Sin pedir permiso” en “Atrevidos” de Radio3-RNE. Presentado por Ebbaba Hameida y Marta Curiel. “El progreso nace del
atrevimiento. Un espacio para todos aquellos que no quieren dejar pasar las
cosas sin hacer nada. Naturaleza, sociedad, tecnología, arte y cooperación”,
afirman en su página. “Sin pedir permiso” estuvo presente en el Atrevidos
artísticos, el 26/08/2017. Compartimos espacio con el periodista radiofónico
Angel Carmona, el director David Macías y la periodista Fatima Subeh. En el
programa sonaron las canciones de nuestro disco CierrexImpago.
Soy ATREVIDA. Sin pedir permiso me ATREVÍ a
tirarme varios años escribiendo una novela basada en mis recuerdos de cuando
nos ATREVIMOS a montar una radio libre hace veinte años. Me ATREVÍ a
publicarla. Me ATREVÍ a hacerlo mediante crowdfunding, con lo que eso conlleva.
Me ATREVÍ a ir de la mano de tres artistas (Marino, Miguel y Juarma) que
engrandecieron mi obra. Mil gracias a Ebbaba Hameida por invitarme a sus
ATREVIDOS en Radio3, por su impulso y por invitarme a la radio más bonita del
mundo.
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Reportaje sobre Encore Trasatlántico en Viñetas y Bocadillos RTVE. Por Jesús Jiménez (27.09.2017)
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Reportaje sobre Encore Trasatlántico en Viñetas y Bocadillos RTVE. Por Jesús Jiménez (27.09.2017)
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Presentación de la antología “EncoreTrasatlántico” en Madrid. Viernes 29 de septiembre, Librería Molar. Rompiendo
el muro de agua. Con Pedro Escobar, editor y autor de uno de
los relatos; Pepo Márquez, músico y autor de uno de los cuentos y Marino
Masazucra, ilustrador de mi relato.
Mi participación en “Encore Trasatlántico”,
una colección de cuentos de ficción “que exploran la capacidad emancipadora de
la música y su capacidad de detonar todo tipo de historias fantásticas”. Esta
antología cuenta con 21 cuentos inspirados en la vida y obra de algunas de las
bandas más representativas de México y España, como: Maldita Vecindad, Vetusta
Morla, Jaime López, Radio Futura, Santiago Auserón, Café Tacvba, El Columpio
Asesino, La Habitación Roja, Tino Casal, Nacha Pop, Jaime López, Camarón de la
Isla, Joaquín Sabina, Alaska y Dinarama, Hombres G, El Luto del Rey Cuervo,
Botellita de Jeréz, Inspector, Fermín Muguruza y Nortec Collective.
Mi relato “Gozando de los sones rebeldes”,
se inspira en la canción “El gran circo” de la banda mexicana Maldita vecindad,
y está protagonizado, en una suerte de “spin off”, por dos de los personajes de
“Sin pedir permiso”.
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Entrevista a Migüel Bastante y Conchi Moya en el Matinal de Radio Vallekas, presentando la banda sonora de #SinPedirPermiso el disco de Cierre x impago, la banda imaginada que aparece en la novela.
Hoy entrevistamos a Conchi Moya, autora del libro Sin PedirPermiso, del que ya
hablamos hace un tiempo, con ocasión de la salida del cd de la banda sonora del
libro que pudo nacer gracias a un crowfounding,
le acompaña Miguel Bastante, el músico que ha hecho posible que un grupo
ficticio, Cierre Por Impago, haya podido cobrar vida.
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El pasado 10 de junio ‘Sin pedir permiso’ visitaba La Libélula de Radio 3
**** Dice La Libélula:
Hace unos días Lorena Rodríguez y José Luis
Dueñas aceptaron que les cediera las riendas de La Libélula, al menos por una
noche. Yo pensaba que iban a estar ya aquí, nerviosos, ansiosos por conducir
este vuelo sin motor, sudando la gota gorda entre resmas de guiones, discos,
disfraces… y lo que me encuentro es que no están aquí. Que sólo me han dejado
una nota que dice: “Nos vamos a una fiesta en una casa okupa. “Sin Pedir
Permiso” Dale al “play”…
Antes de lanzarles al éter, creo que es
mejor indagar un poco… Veo dispersos por el refugio discos de The Clash,
Oficial: Eskorbuto, Antonio Vega, Extremoduro (oficial), Zebda Officiel, Ska-p
official y Cierre Por Impago… Bueno, a tono, aunque algo añejo todo… Una lista
de nombres de personas y lugares: Marina, Marcos, Radio Akra, Antonia, Animal,
La Lavandería y Conx Hazloquedebas (Conchi Moya), la escritora… No veo rastros
de libros, aunque… ah, sí: el historial del navegador nos lleva a la editorial
Libros.com… y allí a una novela “sobre las radios libres y grupos musicales
independientes de los 90… que narra una historia de amor y amistad”… el
título.. “Sin Pedir Permiso”… ¡Acabáramos!
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Entrevista en ‘Tal vez mañana’, programa de
radio de Raúl Tamarit, que se emite en varias emisoras de Valencia (17 de mayo
de 2016)
Hablamos sobre ‘Sin pedir permiso’, radio, las
músicas que aparecen en la novela, sobre 091 o Triana, el crowdfunding de la
banda imaginada del libro Cierre x Impago y el estupendo trabajo que ha hecho
Migüel Bastante. El programa se emite en:
Martes a las 19:00h en Mislata Radio (88.8
FM), o desde nuestra web www.talvezradio.com
Miércoles a las 18.00h en Ràdio Turia (90.3
FM)
Miércoles a las 22:00h en www.ipopfm.com
Sábados a las 19:00h en Ràdio Manises
(105.7 FM)
Sábados a las 19:00h en Ràdio Sol Albal
(93.7 FM)
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Conchi Moya presentó el libro y el
'crowdfunding' para editar su banda sonora
A. R. Ciudad Real 9 de abril de 2016
El también ciudarrealeño Migüel Bastante ha
puesto música a las canciones que aparecen en la novela y, con la colaboración
a la batería de Christian Chilo, ha grabado la maqueta, con portada del
ilustrador granadino Juarma, para cuya edición se puso ayer en marcha una
campaña de crowdfunding en la plataforma Verkami.
La librería Serendipia acogió la puesta de
largo de ‘Sin pedir permiso’, una novela de narrativa rock en torno a la
energía de un grupo de jóvenes en los años 90 que sacan adelante, de manera
asamblearia y con escasísimos medios, una radio libre. Estructurada la novela
en diferentes escenas, en cada una de ellas aparece un trozo de canción que
tiene que ver con lo que se cuenta, indicó Moya, que resaltó que la relevancia
de la música en la novela también se percibe en la recreación de conciertos de
los 90’ y las fiestas y directos que organizan los protagonistas para la
financiación de la radio, además de los avatares del grupo musical que crean de
rock y rock urbano con toques punk y ska. ‘Vallecas 83’, ‘Ira del dios menor’,
‘Empática y diplomática’ y ‘Hecatombe vacacional’ son las cuatro canciones del
grupo Cierre por Impago que conforman la banda sonora de una novela para
conocer o recordar la emoción de los años 90 de la mano de jóvenes de veinte
años “con ganas de hacer cosas aunque carecieran de recursos”, mostrando una
realidad, en la que no falta el arte urbano, con “muchas cosas diferentes a las
actuales y otras muchas muy similares”. Autora de una literatura a pie de
calle, pegada a lo social y la realidad menos difundida y con una visión
femenina, Moya está inmersa en la creación de una nueva novela en la que
también la música tendrá gran importancia y que mostrará cómo aquéllos que
tenían 20 años en los noventa viven ahora la actual crisis que hace que
personas con cuarenta y tantos pierdan su trabajo y se encuentren sin
perspectivas laborales, pareja ni hijos, en definitiva, “sin haber hecho nada
de lo que se supone que tenías que hacer”.
Diego Farto / Ciudad Real - sábado, 9 de
abril de 2016
La escritora madrileña acude a la librería
Serendipia para presentar, junto al diseñador de la portada, el ciudadrealeño
Marino Masazucra, su primera incursión en el género de ficción
La escritora madrileña Conchi Moya señaló
ayer que la novela Sin pedir permiso es una obra coral que muestra la situación
de los jóvenes de hace 20 años. Sus protagonistas «son personas que están
terminando sus estudios, que no saben muy bien como sacar las inquietudes que
tienen y a partir de ahí surge la trama. Son sobre todo gente que quiere hacer
cosas pero no quiere esperar a pedir permiso para hacerlo», señaló.
Moya presentó ayer en la librería
Serendipia esta obra de la mano del autor de su portada, el diseñador gráfico
ciudadrealeño Marino Masazucra. En unas declaraciones ante los medios de
comunicación, la escritora recordó que esta novela se basa en su historia
personal en una emisora de radio independiente en un barrio de Madrid, en La
Ventilla, una experiencia que, a su juicio «era complicarse la vida», pero
también un modo de «contactar con muchísima gente de colectivos sociales,
ocupas, gente que hacía fanzines, periódicos de contrainformación y a partir de
ahí de su pude descubrir un mundo de personajes muy diversos y muy amplios».
Moya reconoció que la mayoría de los
personajes que pueblan Sin pedir permiso son una fusión de las características
de distintas personas a las que conoció durante los siete años que duró su
experiencia radiofónica, pero también hay algún amigo que se ha sentido
plenamente identificado con el personaje que le representa.
Por su parte, Masazucra señaló que sus
contactos con Conchi Moya son muy anteriores la publicación de esta obra y fue
la propia autora la que «me invitó a hacer la portada de esta obra».
El artista manchego confiesa que la lectura
del texto le causó un fuerte impacto, «de modo que cuando me pasó el primer
borrador del libro para hacer la portada, tuve un flashback, porque de alguna
manera, lo que ella cuenta a través de la radio, yo lo viví a través de los
fanzines, de la prensa amateur, que fue mi introducción en este mundo», aunque
matizó que hay una pequeña diferencia cronológica, puesto que sus inicios están
en los primeros años 90 en Ciudad Real, mientras que la referencia de la novela
es de un lustro posterior. Así, «según iba leyendo, incluso con la historia de
amor, me iban surgiendo las analogías», de modo que la portada fue «una forma
de hacer la obra también mía».
*
miciudadreal - 8 abril, 2016
LMSS.- ‘Sin pedir permiso’ es una
apasionante novela que habla sobre días de radio, sobre la magia transformadora
de la música, sobre sueños de libertad, sobre arte urbano y subterráneo y sobre
el amor vivido con total entrega y entusiasmo, como sólo se puede sentir a los
veinte años. Conchi Moya construye una historia inspirada en sus vivencias de
juventud ligadas a la radio libre. Esta tarde ha presentado su obra en Ciudad
Real.
Se trata de una historia de juventud, que
puede ser disfrutada por distintas generaciones. Porque más allá de ocurrir
durante esa etapa convulsa que fue la extraña y creativa década de los 90,
entra de lleno en raíces culturales, desde las sentimentales a las más
incendiarias, que en pleno 2016 resultan también familiares a las generaciones
nacidas a partir de ese mismo decenio.
Sin pedir permiso cuenta con la estrecha
colaboración de dos ciudadrealeños: Marino Masazucra, que ilustra y diseña la
portada, y Migüel Bastante, encargado de musicalizar las canciones que Conchi
Moya ha compuesto para un grupo musical ficticio, parte del elenco de
personajes que conforman el núcleo principal de la novela.conchi-moya-2
‘Sin pedir permiso’ es, en definitiva, una
obra de estilo sencillo y directo, delicadamente escrita, que nos acerca al
Madrid de los 90 y a la energía creativa y asamblearia de muchos jóvenes de
aquella época.
El Crisol de Ciudad Real. Por Ramón Ruiz
Ruiz - 9 abril, 2016
La escritora madrileña Conchi Moya presentó
ayer en Ciudad Real su novela ‘Sin pedir permiso’, un retrato literario del
Madrid de los años 90 desde el universo de las radios pirata y la música rock,
que marca el ritmo de sus palabras.
Una novela que cuenta con una doble
presencia ciudadrealeña. Además de la librería Serendipia, que acogía ayer la
presentación del libro; la portada de ‘Sin pedir permiso’ está realizada por el
ilustrador ciudadrealeño Marino Masazucra y cuenta también con el trabajo del
músico Migüel Bastante, que ha sido el encargado de realizar su banda sonora.
Precisamente, para la edición de esta parte
musical de esta parte musical de la novela, ayer ponían en marcha un
crowfunding para poder grabar los cuatro temas (‘Vallecas 83’, ‘Ira del dios
menor’, ‘Empática y diplomática’ y ‘Hecatombe vacacional’) que forman esta
banda sonora, y que han sido musicalizados por Migüel Bastante, sobre las letras
elaboradas por la propia escritora.
Durante la presentación, Conchi Moya
explicó que la novela tiene un importante contenido social y se basa en una
experiencia autobiográfica, la puesta en marcha de una radio pirata. A través
de este prisma, en el que la música tiene una presencia destacada, narra la
historia de “un grupo de jóvenes que se juntan para hacer una radio libre,
donde surge la amistad, el amor, las peleas… todo girando en torno a la radio y
también a la música”, señalaba.
En este sentido, la autora subraya que “es
un libro musical”, recordando que en torno a la radio también surgió un grupo
de música que está muy presente en el discurrir de la trama. Además, como
resalta Conchi, la mayoría de los capítulos comienzan con fragmentos de temas
vinculados con la historia.
Fiel a la realidad que buscaba reflejar, la
autora destaca que los personajes son “normales”, gente de barrio que se
muestra sin ningún tipo de artificio literario. “Me gusta reflejar los barrios
de Madrid. Sale mucho Vallecas y también Ventilla, que era un barrio casi
chabolista que estaba al lado de plaza Castilla”.
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LA TRIBUNA DE CIUDAD REAL. Diego Farto /
Ciudad Real - lunes, 4 de abril de 2016
Librería Serendipia, 8 de abril, 19.30h
Ciudad Real
¿Cómo
fue contar su experiencia en la radio independiente a través de una novela?
Esto se remonta a la época en que estudiaba
radio, que era a mediados de los años 90. Las experiencias que recojo en la
novela están tomadas de una emisora que surgió en Madrid, Radio Resistencia. Yo
soy una de las personas que la fundó en 1997, aunque también surgen algunas
experiencias de la Escuela de Radio. Casi después de 20 años y de haber estado
durante diez años dedicada al activismo de la causa saharaui, hace unos cinco
empecé a escribir sobre todo esto. Al menos, la parte de radio sí que es prácticamente
como sucedió, con las preocupaciones de no tener presupuesto ni subvenciones de
nadie. Además de eso, hay una historia de amor, de amistad, que sí que es
inventada; para ello me basé un poco en los veinteañeros en Madrid de los años
90, una situación que es extrapolable a casi cualquier lugar del mundo. Las
inquietudes y las iniciativas que se tienen a los 20 años son muy parecidas en
todas partes.
En
esos tiempos en que era difícil conseguir medios, ¿cómo empezaba a surgir una
emisora?
Yo estuve desde la segunda asamblea de
fundación. Surgió a partir de un grupo de personas de un sindicato que veían la
necesidad de desarrollar una serie de actividades en Madrid similares a las que
ya hacía Radio Vallekas o Onda Latina. Con esa idea se desarrolló un proceso
asambleario. Estuvimos dos o tres años nada más que haciendo conciertos y
fiestas para conseguir el dinero. De todos modos, en el libro no lo cuento así
exactamente, porque la protagonista llega acompañando a un grupo musical a una
radio libre que ya está montada.
¿Qué
fue lo más difícil a la hora de escribir la novela?
Lo que más que costó fue encontrar el tono.
Me basé mucho en los escritos de nuestras fiestas, de nuestros actos y de
nuestros escritos para la radio. La verdad es que para reflejar aquella época
no me tenía que inventar cosas porque la conocía perfectamente. Lo difícil era
darle un tono, escribir correctamente, quizá la parte más técnica. Luego lo que
si fue más complicado fue editarla.
La
novela tiene un peso importante de la música, ¿cómo es posible incorporarla a
la literatura?
Si en el libro hablo sobre la radio había
que plasmar todas esas cuestiones, que, además, tenía mucho contenido social.
La parte musical en una radio libre era importantísima, además de los
conciertos que organizábamos. En Estados Unidos y también en los países
latinoamericanos hay una tradición bastante larga de literatura con rock. Creo
que es algo que se puede combinar muy bien. La protagonista es una chica que va
con un grupo de música y eso también lo he recreado. Además, he escrito la
letra de cuatro canciones para la novela. Eso lo hemos llevado a extremo y un
chico de Ciudad Real, Miguel Bastante, ha puesto música para que suene, ya
están grabadas y vamos a intentar editar una maqueta con las canciones.
Además
la novela tiene la portada del ciudadrealeño Marino Masazucra, ¿cómo es esa
portada?
Es fundamental. Edité la obra mediante
crowdfunding a través de una editorial que se llama Libros.com. En principio,
ellos aportan todo que hace falta para editar y también tienen diseñadores que
hacen las portadas, pero desde que estaba escribiendo el libro sabía que quería
una cubierta especial, que fuera importante. Conocía a Marino de otros trabajos
y quedamos en que sí lo aceptaba la editorial se lo encargaría a él. Y cuando
me llevó la portada vi que es que no podía haber otra, había captado
perfectamente todo lo que yo quería decir con el libro.
¿Tiene
otros trabajos de ficción a la vista?
Estoy escribiendo otra cosa, pero no sé
cuándo estará porque tardo mucho. Es un poco continuación de la otra, pero es
distinta.
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El Progreso de Lugo. Sábado, 5 de marzo
de 2016. Presentación de Sin pedir permiso en Lugo
La escritora madrileña Conchi Moya presentó
en la tarde de ayer en Sarria ‘Sin pedir permiso’. El acto tuvo lugar en O
Taller de López, en el que la autora habló sobre la publicación y aprovechó
para firmar ejemplares. Este libro, ambientado en los años 90, es un homenaje a
las radios libres y a la música y fue editado a través de una campaña de
crowdfunding. ‘Sin pedir permiso’ es la primera novela de esta licenciada en
Ciencias de la Información, quien ya publicó otros libros sobre el Sahara.
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La banda sonora de Sin pedir permiso en Spotify. Por Elvis ha abandonado el edificio, Juan Pablo Rovira.
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La Tribuna del Noroeste, por Basilio
Pujante, Lecturas Iletradas, 15 de febrero de 2016
Sin pedir permiso, Conchi Moya, Libros.com,
2016, 230 págs., 16€.
Hay algunas noticias que no salen en los
grandes medios de comunicación ni, con el paso del tiempo, ocupan los libros de
Historia. Sucesos importantes para un número pequeño de personas, pero que son
fundamentales para la biografía colectiva de toda ciudad. Conchi Moya ha
contado en su primera novela una de esas historias aparentemente menores que
marcaron la vida de mucha gente hace unas décadas: la de las radios libres.
Por supuesto, Sin pedir permiso está lejos
de ser un ensayo profundo y amplio sobre este fenómeno, pero retrata
perfectamente un medio de comunicación importantísimo en los barrios españoles
de los años noventa. En aquella época en la que Internet andaba aún dando sus
primeros pasos, todo aquel que quisiera informarse sin acudir a las fuentes
viciadas de los grandes medios de comunicación, tenía en las radios libres un
forma directa de escuchar una voz cercana y alternativa a las cadenas
generalistas. En la novela de Conchi Moya, un entusiasta grupo de jóvenes saca
adelante, con poco dinero pero mucha ilusión, Radio Akra, una emisora que da
voz a los movimientos culturales y políticos alternativos, las asociaciones
vecinales y los grupos musicales menos comerciales.
La sede de esta radio está situada en el
barrio madrileño de Ventilla, que, en aquella segunda mitad de los noventa,
sufría una acelerada metamorfosis de zona popular a residencial bajo la sombra
de las Torres Kio. La novela sigue a los jóvenes locutores de Radio Akra por
casas okupas, manifestaciones, salas de conciertos y otras emisoras
alternativas situadas a lo largo y ancho de Madrid. Somos testigos de las
dificultades a las que se enfrentan estos veinteañeros en una época en la que
la precariedad laboral, apoyada por la amenaza del paro, se parecía más a la de
nuestra época que a aquel espejismo que vivió España durante los años de la
burbuja inmobiliaria.
Sin embargo, Sin pedir permiso relata,
además de esos sucesos colectivos y esa vindicación de las radios libres de los
noventa, una historia de amor: la de Marina y Marcos. Ambos son miembros
activos de Radio Akra y, en cuanto se conocen, ella cae enamorada del chico
gracias a su mezcla de chulería y desparpajo. Marina sigue a Marcos en todos
sus proyectos, la radio, el grupo que forma junto a su amigo Germán, y no es
capaz de aceptar que él no sienta lo mismo por ella. Es esta historia de amor
imposible la que sirve como eje del libro, ya que asistimos a todas sus fases a
lo largo de las páginas de Sin pedir permiso: la amistad, el amor, la pasión,
el rechazo…
Otro elemento importante en las páginas de
la novela es la música. Además de los conciertos a los que asisten los
protagonistas (Anni DiFranco, Jorge Pardo, Def con Dos), de los encuentros y
desencuentros del grupo de Marcos y Germán y de los pequeños festivales
organizados por Radio Akra, la autora integra en el texto citas relacionadas
con la trama. Crea así una banda sonora en la que leemos fragmentos de
canciones de Hank Williams, 091, Los Marañones y de grupos inventados.
Una novela honesta, con un estilo sencillo
y directo, que nos ayuda a conocer una parte importante del Madrid de los años
noventa.
Reseña publicada en El Noroeste.
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Publicada por la editorial Libros.com,
recoge la experiencia de un grupo de jóvenes en el Madrid de los años noventa
LA TRIBUNA DE TOLEDO, 06/02/2016
«Esta novela es un homenaje a las radios
libres que había en Madrid en los años noventa. Va sobre jóvenes y sobre
música, sobre quienes vivíamos entonces y fuimos testigos de la aparición de
las empresas de trabajo temporal, de lo difícil que empezaba a ser
desenvolverse después de haber terminado los estudios». Conchi Moya es la
autora de Sin pedir permiso (Editorial Libros.com), novela en la que recorre
una senda no excesivamente frecuentada dentro de la narrativa española. En ella
ha conjugado sus dos grandes pasiones, la literatura y la radio, obteniendo
como resultado un texto con grandes dosis autobiográficas y casi constante hilo
musical, incluidas letras de canciones puestas por esta autora en boca de un
-aparentemente- imaginario grupo de jóvenes.
Se trata de su primera novela, relato de
unas experiencias con las que esta autora se adentra en el género de la
‘narrativa rock’, bastante implantado en Estados Unidos y en Latinoamérica,
aunque no tanto en España.
Sin pedir permiso es, por otra parte, un
homenaje a Madrid. «No al Madrid de la zona centro, que está lo suficientemente
recogido en muchos libros, sino barrios como Ventilla», que es donde transcurre
el argumento.
Una vez superada la experiencia de su
primera novela, Conchi Moya está reuniendo ideas para próximos proyectos, en
los que seguirá teniendo muy presentes la música y la literatura, sus grandes
pasiones, una vez arrancada ya la espina autobiográfica de la radio. «Igual que
he contado cómo veía las cosas gente que tenía veinte años en la década de los
noventa, ahora me gustaría ofrecer la mirada de quienes hemos cumplido ya los
cuarenta».
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El jueves 4 de febrero estuvimos en los
micrófonos de Onda Polígono (107.3 FM Toledo). Hablamos con el señor Notre, del
programa Desorientador 80, sobre ‘Sin pedir permiso’, “una novela llena de
radio”.
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#clubdelecturarvk
El 3 de febrero ‘Sin pedir permiso’ inauguraba el Club de Lectura del Matinal de Radio Vallekas, 107.5 FM. Presentado por Valeria Surcis. A partir del minuto 1:20:30
Foto: La Tribuna de Toledo |
*Fuente: Alex Magic Pop; 25 de enero de 2016
El insigne Jules Renard (1864-1910), al que
Sartre situaba en el origen de la literatura contemporánea, afirmaba en sus
notas sobre el oficio de escribir que “el prosista no se libra de la música, sin ella no sería
nada”. Ya sea en forma de banda sonora
imaginaria a cargo del lector, o real sugerida por el mismo autor, los momentos
sonoros aparecen en los libros, de forma imprescindible y necesaria, para
comprender el auténtico significado y propósito comunicativo de cualquier obra
literaria que se precie. Prueba
irrefutable de ello es, sin lugar a dudas, esta novela titulada “Sin pedir
permiso” que la periodista, escritora y activista Conchi Moya (Madrid 1971)
acaba de editar en 2015 con Libros.com y la ayuda del pequeño mecenazgo, con
una preciosa portada a cargo de Marino Masazucra.
Conchi Moya tiene publicadas tres obras sobre
el Sahara Occidental y ha sido antóloga de varias compilaciones de poesía del
grupo de escritores saharauis Generación de la Amistad, dentro de su activismo
cultural y de información en una causa
noble en la que lleva ya quince voluntariosos años de trabajo. Como periodista
licenciada, fue una de las fundadoras de
Radio Resistencia en 1997 con amigos de la escuela de Radio Imefe, un
proyecto de radio libre, asamblearia, que nació al estilo de emisoras como
Radio Vallecas, Latina y otras muchas.
“Sin pedir permiso” es su primera novela y en
ella se narran las peripecias de unos jóvenes que se relacionan en el ámbito
personal y en el colectivo mediante una emisora
libre madrileña llamada Radio Akra en la que la protagonista, Marina,
conoce al resto de personajes Natalia,
Animal, Jota, Germán, y en especial a Marcos con el que entabla una relación
sentimental complicada. Precisamente es
Marcos quien pronuncia la frase del que
se extrae el título de la novela, por otra parte extensible al carácter
independiente de las emisoras radiofónicas. Dice: “el amor llega y te jode la
vida sin pedir permiso”.
La historia se sitúa en la década de los
noventa, en Madrid, con sus movimientos asamblearios, el inicio de las ONGs, la
inmigración, la situación de crisis que se vivía en esos años, con locales como
el Penta o la Via Láctea, las radios piratas, las casas ocupadas, los centros
sociales... En la novela seguimos también los pasos de una banda amateur de
rock and roll llamada Cierre por Impago, de la que forma parte el mencionado
Marcos, que sirve de ejemplo de aquellos grupos que tuvieron que subsistir en
los noventa sin las facilidades de los media ni el apoyo institucional que tuvo
la llamada “movida” de la década anterior.
Pese a que la autora fue testigo de excepción
que vivió esa época, no se trata de un libro autobiográfico tal y como deja
bien claro en entrevistas como ésta, realizada por radio Paralela, que puedes
leer aquí. Junto a vivencias reales, surgen personajes inventados y situaciones
cambiadas para que encajen en una trama fresca y viva, muy bien narrada, que
discurre con un dominio del oficio que no se corresponde, para nada, con el de
una debutante, y ensamblada por bien encajados aforismos musicales extraídos en
su mayoría de canciones del momento en el que se sitúa la trama.
El resultado es un libro cautivador, que se
deja leer y querer con facilidad, mediante sus divertidas anécdotas, con sus
tensiones emocionales, y esos recuerdos de un pasado que para el lector actual,
si no tuvo la suerte de haber sido vivido esos años, puede que le resulte
ciertamente increíble ya no tanto por las actividades “underground” que se
llevaban a cabo sino por la capacidad de reclamo que tenían entre una juventud
inquieta que aún se relacionaba, sin necesidad alguna, de las actuales redes
sociales.
Aclaraba también Jules Renard en sus notas
sobre el oficio de escribir que: “mi literatura es como un conjunto de cartas a
mí mismo que os permitiera leer”. Precisamente en este sentido, comenta también
Conchi Moya en la mencionada entrevista que: “a mí me gustaba hacer mucho una
especie de cartas que plasmaban si habíamos hecho alguna fiesta, evento o algo
similar, he recuperado muchas de ellas y están en el libro”. Y ese método de
trabajo, tan predispuesto como metódico, derivó con los años en esta magnífica
novela donde la ficción tiene un poso vital muy emotivo y cariñoso que nos
sorprende gratamente y que nos cautiva desde la primera a la última página “a
fin de que todo vuelva empezar” tal y
como se aclara en la frase final de esta genial obra altamente
recomendable.
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MUGALARI, por Ruth Soria. 19/01/2016
La novela ‘Sin pedir permiso’ (Libros.com,
2015) le va a gustar mucho a la gente enamoradiza. Y no hablo solo de
enamorarse de personas, sino también de canciones, libros, grafitis, locales,
músicos, ambientes y proyectos culturales. Dicen que los buenos libros son
aquellos que al leerlos pensamos en algún momento podríamos haberlos escrito
nosotros mismos… pues con ‘Sin pedir permiso’ de Conchi Moya a mí me ha
ocurrido más o menos eso, ya que yo he paseado por los lugares que describe y
me he ilusionado con cosas bastante similares a las que ella se refiere.
Entre otras muchas cosas se le agradece esa
meticulosidad en las descripciones de los lugares en los que se desarrollan los
encuentros, los pósters de las paredes, los objetos que para cualquiera
pasarían desapercibidos, minuciosamente descritos, pero sobre todo el que
exprese lo que sentía al observar todo ello un auténtico lujo.
El libro habla de enamorarse de quien no te
conviene, de encontrarte por tu camino a gente que ya está de vuelta y no
siente las cosas con la misma intensidad que tú (o no le da el mismo
significado). Es una historia muy cercana que mucha gente ha vivido, enamorarse
de una manera mucho más intensa que la otra persona, o de una persona difícil
que no está en un momento para abrir su corazón. Sentir el dolor del amor.
Estimo que es una novela muy recomendable para
los adolescentes, porque quienes no hayan sufrido ya por amor lo va a hacer
tarde o temprano, ya sea hombre o mujer, por una persona de su propio sexo o
del contrario, practicando sexo o no, contando sus sentimientos a la otra
persona o no… pero de una manera u otra lo van a vivir. Las reflexiones entre
Marina y una de sus amigas hacia al final del libro, pueden ser de gran ayuda
para quienes piensan que están solos.
Importante la música y el arte como refugio de
un mundo gris y desolado, la esperanza de encontrar siempre a gente colorida
capaz de ver la parte más emocionante de los barrios humildes de Madrid. Y lo
he leído desde mi actual perspectiva, en la que me encuentro inmersa en el
mundo de los centros sociales autogestionados, y todo sigue siendo igual, la
crisis de hace 20 años muy parecida a la de ahora en cuanto a la economía de
los jóvenes (y no tan jóvenes), la cultura y la música como vía de escape y
como nexo para trabajar en común y sentirse útil para el propio entorno, crear
una economía social y local, trabajar por la sociedad real, y no la que mueve
los hilos de la especulación.
Por supuesto que en la historia también hay
roces entre ellos, la vida misma, pero siempre lo importante es no rendirse y
ser íntegro, sobre todo con uno mismo y tus propios ideales, como lo es el
personaje de Marina y prácticamente todos los demás. Porque no es una novela de
personajes buenos y malos, sino de personas y por eso no hace falta más que
haber tenido una pandilla de amigos para sentirse identificado.
La magia de la radio queda fielmente
reflejada, el hecho de crear, comunicar y compartir lo que amas a través de los
micrófonos. Algo que en los 90 se hacía sin internet, sin tecnologías
digitales, de una forma artesanal y única.
Pero además Marina es especialmente sensible, por lo que toda esa
emoción se eleva a la máxima potencia. Ya se sabe lo que es la sensibilidad, la
RAE la define como la capacidad o propensión natural de las personas a
emocionarse ante la belleza y los valores estéticos o ante sentimientos como el
amor, la ternura o la compasión. Una capacidad tremendamente bien manejada por la
autora.
Y todo eso sin olvidar lo divertido que es
acudir a las diferentes fiestas y eventos con los personajes. Personajes muy
originales, muy bien construidos que podemos identificar con colegas del
barrio, de cualquier barrio. Me ha gustado en particular el pasaje en el que
Marcos y Marina visitan una feria de nuevas tendencias, en la que las rastas y
los tatuajes eran una moda en alza, cómo reaccionan ante todo este “postureo”,
reflexionan dónde está lo bello y donde no está y he de decir que la reflexión
sobre lo que significa un tatuaje para quien lo lleva, definitivamente me ha
conquistado.
Particularmente leyendo el libro, he ido
buscando en internet las referencias musicales y artísticas que aparecen, son
muy buenas y me han ilustrado muy bien la historia. Me parece un acierto que
aparezcan frases de canciones, no solo por conocerlas sino porque además son
reflexiones que te hacen pensar.
Es una alegría que el crowdfunding consiga que
obras como esas lleguen a nuestras manos, muy agradecida a Conchi Moya y a
todos sus mecenas por los buenos ratos que me ha dado la novela y espero que
haya una próxima muy pronto.
* Ruth
Soria es documentalista e informadora
juvenil (Rutilare Creatividad)
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Con Bachir Ahmed Aomar. 15 de enero de 2016
- Entrevista: Conchi Moya que nos presenta su
novela "Sin pedir permiso".
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*Fuente: Margullando, Helio Ayla. 16 de enero de
2016
Los que hemos probado en alguna ocasión esa
droga que se llama radio, sabemos que es de lo más adictiva.
Hubo un tiempo, sobre todo, en el que la
comunicación libre, el gusto por hacer llegar a otros lo que se pensaba, lo que
se escuchaba, lo que se leía, la necesidad de contar lo que realmente estaba
pasando, se tornaron absolutamente imprescindibles. Más allá de los corsés que
nos habían trincado durante cuatro décadas, los que habían paralizado nuestros
cuerpos, habían vuelto rígidas nuestras mentes, y nos habían hecho perder el
paso de la historia.
Así nacieron, en la década de los 80, las
radios libres y comunitarias, como una experiencia de la que hoy deberíamos
seguir aprendiendo.
En este marco, arranca la novela “Sin pedir
permiso” de Conchi Moya, como un grito necesario para no dejar morir una época,
unas ilusiones, y un impulso de libertad, que seguimos sintiendo tan
necesarios.
Marina es cualquiera de todas y todos aquellos
que, casi por casualidad, tocamos ese mundo. Es el prototipo del frenesí de esa
juventud de la postmovida, que no se resignaba a vivir como sus mayores, que
despertaba a las ansias de libertad, a beberse la vida en tragos largos, a
buscarse un lugar en la España que se desperezaba de un largo y lejano letargo.
La radio como espacio, la palabra como arma,
los libros de viejo, los comics, los fanzines y las revistas como moneda de
cambio, la autogestión como esperanza, la música como el aire que respirar. Una
novela cargada de simbolismos, de imágenes y escenas que nos devuelven a esa
juventud fresca y chispeante que nunca debimos perder.
Entonces aparece Marcos, Animal, Jota, Germán…
los antihéroes tan necesarios en todas las épocas, los que marcan el rumbo de
todas las batallas que sabemos que están perdidas antes de iniciarlas, pero que
nos hacen sentir la vida como nada. La lucha entre el amor romántico y el amor
libre, lo convencional y la transgresión como necesidad de ser, la inquietud
que nos aleja de la artrosis, la necesidad de futuro pero sin que sea a
cualquier precio.
La novela de Conchi la entiendo, desde la
distancia -yo siempre contemplé estas movidas madrileñas desde el exilio de
unas islas en las que todo llega con un tiempo de retraso, muchas veces ya
matizado, descolorido y edulcorado-, como la fotografía dinámica de una época
de explosión creativa y diferente, que los de siempre, los que estudian los
mercados, los que aventuran las modas, los traficantes de sueños, se encargan
de modificar, adaptar y encauzar, para que lo nuevo, lo diferente, lo
esperanzador, se convierta la mayoría de las veces en mera nostalgia.
Una novela ágil, fresca, novedosa en su
estructura de flashes, tierna y canalla como la época que describe, evocadora,
divertida y sobre todo musical. Me parece un logro saber conjugar tantas cosas
en una novela tan versátil.
Sólo un pero, que a los que comenzamos a
escribir siempre nos vienen muy bien. Tal vez sea por esa estructura de flashes
que he mencionado, pero, como lector, hay algunos personajes, momentos
políticos, realidades como el nacimiento del movimiento okupa, las drogas… que
personalmente me dejaron con ganas de más. Tal vez la autora se anime a
desarrollarlas en próximas obras, que celebraré sin duda.
Conchi nos deja una perla, un diamante a pulir
de lo que fue y pudo ser, de los sueños de una generación que no tenía donde
caerse muerta pero que, a base de imaginación, llegó a tocar el cielo sin pedir
permiso.
Aquí no hay playa nº 998 (Viernes 11 de
diciembre de 2015)
“La
detective Nolasco recibe en el chiringuito a nuestra amiga Conchi Moya que
inició una campaña de recogida de firmas a través de libros.com para publicar
en papel “¡Sin Pedir Permiso!”. Han pasado diez meses y el libro, físicamente,
ya es una realidad, gracias a la colaboración desinteresada de 91 mecenas que
han puesto unos poquitos euros. Una maravilla, la verdad, poder contar que los
proyectos culturales salen adelante. Iniciativas como la de nuestra amiga
Conchi Moya”. Paloma Nolasco destacaba las cifras: “4 años escribiendo y 10
meses más para ver publicado en papel su libro 'Sin Perdir Permiso' gracias a
mecenas que tienen los 'cuartos' contados pero, por contra, muchas ganas de
conocer historias relacionadas con las radios libres y con Libros.com”.
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Radio Paralela; por Sergio Moreno Robles* | 9
diciembre, 2015 |
Conchi Moya nos pide permiso para hablarnos de
sobre su gran pasión, la radio, y su novela ‘Sin pedir permiso’
El próximo 11 de diciembre se presentará en la
Librería Muga, en el Distrito de Vallecas, una de las pocas novelas que existen
en España sobre radio. En un argumento en el que a veces es complicado
distinguir entre la realidad y la ficción, si nos encontramos en Vallecas o en
Ventilla, Conchi Moya da rienda suelta a su imaginación creando atmósferas que
se han ido forjándose cuidadosa y detalladamente desde muchos meses.
El pasado mes de noviembre, tuve la suerte de
compartir un maravilloso atardecer en la Universidad Autónoma de Madrid junto a
Tuca Muriel, Bahía Awah y la protagonista de esta entrevista.
¿Quién es Conchi Moya?
Soy periodista y escritora, ambos campos me
encantan. Aunque la vida me ha llevado por otros caminos profesionales, siempre
he sido de hacer las cosas que quería como pudiera y sigo manteniendo ese deseo
de escribir, contar cosas y transmitir lo que a mí me resulta curioso. En la
universidad estudié ciencias de la información, rama de imagen porque lo que
más me gustaba era la radio y en los noventa ésta estaba enfocada a imagen y sonido.
En la propia carrera empecé a hacer talleres de radio que fue lo que me
enganchó y se convirtió en una de las pasiones de mi vida que me sigue llevando
por otros caminos actualmente. Además soy activista cultural y de información
por el Sáhara Occidental, es una causa en la que llevo quince años. Apoyo al grupo de escritores saharauis
Generación de la Amistad a los que vi nacer como grupo y con ellos he hecho
algunas antologías y he ayudado en algunas ediciones de libros. Siempre de
manera muy modesta porque trabajamos solos prácticamente con autoediciones,
buscando editoriales pequeñas que nos han ayudado.
¿Qué te parece si hablamos sobre Radio
Resistencia? Bueno, tú fuiste creadora en 1997…
Sí, fui una de las fundadoras, empezamos en el
año 97 con algunos amigos que conocí en la Escuela de Radio Imefe en el año 95.
La idea fue crear una radio libre, asamblearia, un poco el estilo de Radio
Vallecas, que todavía existe, Latina y otras muchas. Nuestra meta era que todos
los que formásemos parte de la asamblea tuviésemos poder de decisión. Estuvimos
siete años con la Radio abierta, fue muy difícil, no teníamos financiación,
nada más que las cuotas de los socios y algunas ayudas, pero muy pocas,
aguantamos como pudimos. Hacer radio era
muy difícil, había que montar las antenas de radio enormes que valían una gran
cantidad de dinero y tener mucho cuidado para no crear interferencias con las
televisiones, los teléfonos de los vecinos, las grandes radios, bueno, algo muy
complejo. Hacíamos mucho tipo de eventos y fiestas para poder mantener la
radio. Fue una experiencia increíble, casi lo que menos hacíamos era radio al
final, había que hacer de todo, pero fue una maravilla.
¿Qué consejo nos darías a las nuevas radios
que estamos tratando de hacernos un hueco en el panorama actual? Tú que tienes
mucha experiencia y que eres una gran especialista.
Sobre todo que lo hagáis con gusto y que lo
hagáis bien. Se hace por amor al arte y hay que disfrutarlo y vivirlo al
máximo. Pensar por qué lo hacéis, supongo que será dar voz a causas, gentes, a
historias que no tienen cabida en los medios de comunicación de masas o
simplemente vuestros propios intereses.
Y vosotras y vosotros, ¿cómo fuisteis capaces
de enganchar a la gente para que participase en la radio?
Es
encontrar gente que esté un poco loca. Es lo que te digo, eran unas palizas
impresionantes de montar las fiestas, limpiar, nos tocaba hacer unas cosas
surrealistas a veces. Lo más importante era la gente, un grupo con ganas de
hacer cosas y lo pasábamos muy bien, entonces eso también cuenta. La publicidad
era complicada, entonces no existían las redes sociales y empezamos cuando no
teníamos ni móvil la mayoría de nosotros. Hacíamos publicidad con octavillas en
las fiestas, carteles, todo muy rudimentario. Sí que poco después creamos una
página web, con los primeros correos electrónicos, la difusión era boca a boca
principalmente.
¿Qué te parece si hablamos sobre Sin Pedir
Permiso? Tu nueva novela que refleja un
poco lo que ha sido el hilo conductor en tu vida, la radio
Sí, eso es. El libro no es autobiográfico, es
una novela, pero la parte de radio sí que son, en buena parte, nuestras
vivencias. A mí me gustaba hacer mucho una especie de cartas que plasmaban si
habíamos hecho alguna fiesta, evento o algo similar, he recuperado muchas de
ellas y están en el libro. También hay historias y personajes inventados porque
es muy divertido imaginar y tú mandes sobre los personajes o bueno, a veces
ellos sobre ti. Tiene una parte autobiográfica
en la parte radiofónica y una gran parte inventada. Me pareció muy interesante
porque el tema de la radio en el ámbito novelístico no hay prácticamente nada.
También el tema de la música, en otros países sí que se habla de músicos en
novela, pero en el nuestro no tanto. Por eso hay un grupo musical que empieza
de cero pegado a la radio y me parecía muy emocionante contar cómo hacían las
maquetas, cómo ensayaban y aparte de todo eso, que a mí me apetecía recuperarlo
tras veinte años. En la novela se pueden apreciar cómo eran los noventa, un
momento de crisis económica, no sé si tan fuerte como la de ahora pero era el
momento en el que se marchaba el PSOE acuciado por la corrupción, llegaba el PP
para supuestamente arreglarlo todo y ahora vemos cómo han sido estos veinte
años de bipartidismo. Cuento cómo era Madrid, el inicio de las ONGs, la
inmigración que empezó a llegar. Quizás un tiempo parecido al de ahora, un poco
embrionario.
Presentas en Vallecas, ese barrio tan obrero,
trabajador y luchador. Cuéntanos sobre ello por favor.
El libro ha seguido esa idea que teníamos de
autogestión, voy con una editorial, pero hemos hecho crowdfunding. Nueve meses
después lo hemos conseguido, un proceso largo que también gracias a la ayuda de
amigos hemos logrado. En Vallecas es porque es mi barrio y la presentación
también la estamos llevando nosotros. Busqué varias librerías, la primera que
me respondió fue Muga y allí será, también porque es una librería que tiene
bastante fuerza en el barrio, llevan catorce años y es una librería de referencia.
En el libro también se habla de Vallecas, aunque la radio imaginada que cuento
está en Ventilla, un barrio también muy curioso con mucha historia, dos de los
personajes del libro son de Vallecas, se habla del barrio y por eso me parecía
muy bonito hacerlo allí. Queremos hacer algo distinto, alguna lectura
dramatizada y habrá algún músico que cantará algunas canciones. Principalmente,
busco pasarlo bien.
*SERGIO MORENO
ROBLES (Cuenca, 1989) es Personal Investigador en Formación (FPU) del
Departamento de Antropología Social y Pensamiento Filosófico Español de la
UAM.. Twitter:@RoblesSergioMo
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Llanuras. Por Juan Carlos Portero. 14/12/2015
Vallecas ha sido y es un hervidero de ideas y
proyectos que tienen que ver con la libertad, la música, el periodismo y la
política. La presentación en la librería Muga, ese oasis lleno de libros en
plena Avenida Pablo Neruda, del libro de Conchi Moya, fue otra prueba, el
impulso constante por lanzar la cultura desde la reivindicación y el
compromiso.
Sin pedir permiso, editado por Libros.com,
narra la historia de un grupo de gente joven con pasiones comunes, la música y
el mundillo de las radios independientes. Conchi explicaba el porqué de ponerse
a escribirlo: “Fue una historia de juventud, de cuando teníamos 20 años. Íbamos
a conciertos, creábamos canciones, y nos lanzamos a aventuras como la radio. El
libro mezcla varios momentos de mi vida, desde la experiencia en la escuela de
radio en el IMEFE, hasta la creación de Radio Resistencia en el año 97. Gracias
a la radio un grupo de personas conocidas llegamos a ser amigos. Esa experiencia
marcó mi vida aunque ahora me dedique a otras cosas. Pensé en escribirlo, no es
una biografía como tal, hay cosas inventadas que no sucedieron así”.
La colorida portada madrileña es un trabajo de
Marino Masazucra, ilustrador, que tuvo claro desde el principio qué quería
hacer con la amalgama de imágenes que
sintetizan el mundo que Conchi describe.
“Yo era más de fanzines, pero el libro es un deja vu constante, así que resultó
muy fácil. Hice una collage de escenas, de imágenes y movidas de Madrid que yo
también viví de alguna manera”. La complicidad entre amigos existía desde el
principio: “Me he implicado mucho en este libro porque merece mucho la pena,
para mí es un poco Alicia en el País de las Maravillas, vas descubriendo un
mundo que para ella resulta mágico”.
Como invitado también estaba Juan Antonio
Vázquez, periodista, compañero de experiencias con Conchi en las radios libres.
“Nos mandaba cartas, extensas y maravillosas cartas al programa “El embolao”.
Radio Resistencia tuvo la magia de reunir ahí a un grupo de forma imprevisible,
formamos una piña, éramos un grupo de amigos. La idea era crear una emisora
libre, libertaria pero que no fuera un sine qua non para pertenecer a ella. Sin
ninguna tendencia política, participativa, asamblearia, sin jerarquías… El reto
era emitir sin permiso, nadie tenía legitimidad para dárnoslo. Ahora los tiempo
han cambiado mucho, el poder económico y político marcan el momento, los
podcast, etc.”
El evento, en su segunda parte, fue mezclando
la música de Miguel Bastante, a la guitarra, que interpretó varias canciones
que forman parte del libro, que se combinaron, a su vez, con la lectura de algunos pasajes del mismo a
cargo de Belén Almonacid, también periodista.
Cassettes, fanzines, punks, sindicalismo,
insumisión, Malasaña, Chiapas, las primeras ONGs, rock and roll, activismo,
Lavapiés, los campamentos saharauis, actitud, ETTs, el barrio de la Ventilla…
Un puzzle, una compilación de momentos que huelen a rebeldía.
“Pero aún nos quedan radios libres que
trabajan por un cambio social. La verdad no se puede silenciar. Radio Capital,
Radio libertaria” (La Furia).
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Por Marino Masazucra, ilustrador de la
portada, 17 de octubre de 2015
Hace meses que, de vez en cuando, cuelgo
por facebook alguna alusión a una de las novelas que más me ha emocionado este
último año.
Novela en la que, además, he tenido la
inmensa suerte de colaborar con un diseño de portada en el que construí , con
acierto, una amalgama de imágenes que sintetizan de forma certera el
maravilloso mundo que Conchi Moya describe.
Sin pedir permiso es un libro que va a
hacer temblar de placentera nostalgia la memoria de muchos (yo, que he tenido
la suerte de leerlo ya, entre ellos) que fuimos adolescentes o jóvenes en los
90 y que vivimos las causas, efectos y consecuencias de aquello que se denominó
por parte del mainstream (y de Douglas Coupland) Generación X (aunque el
término nace en los años 50 acuñado por el famoso fotógrafo Robert Capa).
Si tenéis entre 35 y 50 años y fuisteis
grunges, alternativos o antisistema en esa década, os lo aconsejo
fervientemente, va a emocionaros hasta la saciedad.
Si tenéis más años os lo recomiendo porque
también tiene una preciosa historia de amor, sin ñoñería ni empalago, como
leitmotiv y es una buena razón para, independientemente de haber vivido o no
esa época desde el paradigma que se trata en el libro, disfrutar de él.
Y si eres más joven, pues que te voy a
decir... Siempre es bueno conocer lo que nos precede, lo que las generaciones
anteriores han dejado con sus actos en nuestro propio crecimiento cultural e
intelectual y este libro desnuda bastante bien lo que ocurrió en ese tiempo,
enfocado en Madrid pero que se hace extrapolable a cualquier ciudad o pueblo
de, por lo menos, una cuarta parte del mundo.
Gracias Conchi, siempre es un placer
trabajar contigo.
12 de octubre de
2015
‘Sin pedir permiso’
vuelve a visitar una radio, cuando ya falta muy poquito para la edición de la
novela. El lunes 12 de octubre estuvimos en Radio Almenara 106.7 FM, Radio
Libre y Comunitaria del barrio de la Ventilla, el barrio del norte de Madrid
donde transcurre gran parte de la novela y donde se sitúa Radio Akra, la radio
libre de mis protagonistas. Participamos en un programa especial desde las
Fiestas Populares del Barrio del Pilar, en el parque de la Vaguada.
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(Globo FM, 24 de
febrero de 2015)
Entrevista con Chema
Lara, uno de los colaboradores de CDS RadioShow en la que hablamos del
crowfunding para editar la novela en Libros.com
“Quiero reivindicar
aquella juventud nuestra, ya fuera de la movida y del mítico Madrid de los 80.
Nuestros divinos veinte años, vividos en una ciudad donde irrumpía lo étnico y
descubríamos el significado de siglas como ONG o ETT. Miembros de la “Generación
X” o aquel invento que llamaron JASP, asistimos al nacimiento del que tal vez
ha sido el último gran movimiento de la historia de la música popular, el
grunge. En los 90 Madrid también fue una fiesta (¿cuándo no lo ha sido?) y
nosotros okupamos nuestro hueco en aquellas calles, a ritmo de radio libre y de
concierto solidario. Esta es nuestra historia”.
*Gracias a Chema
Lara, Álvaro Vega, José Aguilar, Mayte Guerrero y José Luis Espinosa de CDS
RadioShow (Globo FM).
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Viernes, 6 de
Febrero 2015.
La detective Nolasco
abre las puertas del chiringuito a Conchi Moya, una madrileña adicta al mundo
de las ondas con un proyecto que se trae entre manos: “Sin pedir permiso”, una
novela sobre las radios libres y los grupos musicales independientes. Ya está
lista para verla en papel, pero necesita financiación.
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*Del blog de la Editorial Libros.com; 18 de
febrero de 2015
¿De dónde
surge la inspiración para crear la historia de Sin pedir permiso?
La radio siempre ha estado presente en mi
vida, desde muy joven como oyente y, por suerte para mí, haciendo radio en
diferentes etapas de mi vida. Tras unos años alejada del medio, diferentes
circunstancias me llevaron a volver a interesarme por ella. El descubrimiento
de la radio on line es uno de los motivos que me ha llevado a escuchar varios
programas con regularidad y a participar activamente como seguidora. La gente
que hace radio en esta era de Internet tiene esa posibilidad, lo que ha
facilitado y abierto el medio de una manera increíble. Todo esto me ha devuelto
a los años en que estuve metida de lleno en ese mundo tan fascinante y me ha
impulsado a escribir el libro.
Tienes
experiencia en el mundo de la radio, ¿habías escrito antes sobre este medio?
Sí, la radio es una gran fuente de inspiración
para mí a la hora de escribir. Guardo escritos muchos recuerdos de juventud de
diferente experiencias radiofónicas, como la escuela de radio donde estudié, la
radio libre donde pasé siete increíbles años de mi vida y otros sobre programas
que he escuchado y de los que he sido muy seguidora. Con el tiempo algunos de
esos textos los he retocado y los he subido a mi blog; están agrupados bajo el
título de La radio que vivimos peligrosamente. Sin pedir permiso se ambienta en
un escenario poco o nada tocado en literatura, una radio libre, eso es lo que
tiene de especial. Creo que gustará a la gente que conoce ese ambiente. Y a los
que no saben de ese mundo espero que también les pueda enganchar.
¿Cómo
empieza tu relación con la radio?
En mi casa la radio siempre ha estado muy
presente. Muchos de mis recuerdos infantiles giran en torno a los programas que
escuchaba mi madre en los años 70 y 80. De adolescente me pasé a los programas
musicales de Radio 3 (y Radio 4 que existía entonces y emitía programas
musicales), porque otra de mis pasiones es la música. Decidí estudiar Imagen y
Sonido en la Facultad de Ciencias de la Información, con la inconsciencia de la
juventud, porque entonces era donde podía apuntarme a talleres de radio y
ponerme de alguna forma en contacto con el medio. En la facultad participé en
varios talleres en la zona donde están los pasillos por los que transcurren las
escenas de persecución de Tesis, la peli de Amenabar. Luego estuve dos años en
la Escuela de Radio del IMEFE, hice prácticas en radios profesionales, trabajé
en alguna y por fin me uní junto a un grupo de amigos a Radio Resistencia, una
radio libre que resistió (y nunca mejor dicho porque nos enfrentamos a todas
las dificultades imaginables) siete espléndidos años.
¿Cuánto
tiene de autobiográfico tu libro? Porque he leído que algunas historias están
basadas en una radio de la que fuiste fundadora
Efectivamente. Nuestra radio se fundó en 1997.
Durante un par de años ni siquiera existía, hicimos todo tipo de fiestas y
eventos para conseguir financiar el emisor, la antena y los equipos, ya que empezábamos
totalmente de cero. Aquella experiencia ha marcado el libro. Casi toda la parte
de radio está basada en aquellos años. El resto es inventado. En el libro
intento reflejar la vida de un grupo de veinteañeros de mediados de los
noventa, con sus problemas, sus dudas y sus muchas dificultades. He inventado
los personajes y el resto de situaciones, como la historia del grupo musical,
con sus desacuerdos y desavenencias, rupturas, ensayos, primeras grabaciones y
conciertos. Es un tema que me interesa mucho, incluso he compuesto la letra de
cuatro canciones que esperan que alguien les ponga música. También me
interesaba crear personajes masculinos creíbles. Algo que espero haber
conseguido.
¿Qué crees
que tiene de especial para que, al contrario de lo que se pensaba con la
aparición de la televisión, siga siendo un medio de referencia?
La radio es simplemente maravillosa y yo he
tenido la inmensa suerte de hacerla por gusto, con mi gente y a mi manera. No
hay nada comparable a hacer radio con gente que te gusta y con la que conectas.
Como digo en el libro “la radio convierte en amigos a gentes que antes eran
desconocidos”. Eso sí, hablo de radios libres. La radio profesional es muy
bonita pero es otra cosa, al fin y al cabo es trabajo, con todo lo que eso conlleva.
¿Por qué
decidiste ambientar tu libro en el Madrid de los noventa?
Madrid es mi ciudad, me encanta y la disfruto
todo lo que puedo (y nos dejan) y en los noventa viví los veinte años, un
momento crucial sobre todo para mí que tiendo a mitificar la juventud. La
entrada en la cuarta década de mi vida ha supuesto en muchos aspectos un cierre
a toda esa etapa. La escritura me ayuda a reflexionar y a hacer balance. Todo
eso se refleja en el libro.
Has
escrito otros libros anteriormente, pero éste es el primero que haces por
crowdfunding, con la editorial Libros.com, ¿qué te parece este sistema y qué
crees que puede ofrecer a tu libro?
Ofrece una posibilidad para autores
desconocidos como soy yo, que intentan encontrar su espacio. Quería publicar
con una editorial, así que era una oportunidad magnífica. Mis otros libros
salieron mediante autoedición, y yo los maqueté, difundí y publicité como pude.
Siempre he sido fiel defensora del hazlo tú mismo, por necesidad y por total
convencimiento. En la radio aprendí a hacer de todo para sacar adelante una
idea, no tengo problema en eso. Acumulas experiencia, es divertido y es muy
personal. La parte comercial que tiene el crowfunding me asustaba pero lo he
hecho lo mejor que he podido. Y por otra parte cuento con el respaldo de la
editorial y eso es muy importante.
Tu campaña
está siendo un éxito y ya ha sobrepasado el objetivo marcado, ¿cómo te sientes?
¿te esperabas esta acogida?
Sin duda se ha logrado gracias a la difusión
que le han dado un montón de estupendos amigos en las redes sociales. Esperaba
lograrlo pero tenía bastantes dudas. La poca gente que me conocía como proyecto
de escritora era a través de mis obras sobre el pueblo saharaui y este libro
aborda un tema radicalmente diferente. Es una historia juvenil llena de radio y
de música, nada que ver.
¿Cómo es
tu hábito de escritura? ¿tienes alguna manía o ritual?
Escribo como puedo y cuando puedo. No tengo
apenas tiempo, debido al trabajo y a otros temas en los que estoy metida, así
que tener manías o rituales es un lujo que no me puedo permitir. Escribir es
una necesidad y saco el tiempo de donde puedo. He llegado a escribir escenas,
ideas o a corregir incluso en el metro. La calle, el metro, los bares, un
concierto, un viaje, la vida en general, son las mejores fuentes de
inspiración, creo firmemente en ello. El libro se ha escrito durante cuatro
años, a ratos, quitando horas de sueño por la noche o por la mañana, en
vacaciones y fines de semana. Lo que el día a día me ha ido dejando. Es una
forma de escribir sin duda acorde con estos tiempos precarios en que vivimos,
parecidos en algunos aspectos a aquellos 90 que recojo en la novela.
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